Tres actitudes positivas las acojo como preparación cotidiana antes de salir de mi casa, me refiero a programarme mental y emocionalmente formulando decretos sobre las tres actitudes que reconozco como básicas para un mejor vivir, las cuales cito y explico en esta publicación. Demos la primacìa a Dios en nuestros asuntos y rebosemos nuestro corazòn con su amor perfecto.
Ante situaciones como las citadas, y cualquier otra semejante que por brevedad me eximo citar, asumo rebeldía emocional, reprendiendo mentalmente a esa categoría de gente tóxica y reprogramándome con afirmaciones como las siguientes: 1.- DIOS HAGA MAYORÍA A LA GENTE CON ACTITUD POSITIVA. 2.- DIOS BENDIGA LOS LABIOS DE QUIENES EDIFICAN CON SUS PALABRAS E ILUMINE Y CONSUELE ALAS ALMAS ATORMENTADAS QUE INTOXICAN CON SUS CONVERSACIONES TÓXICAS. Al aplicar estas afirmaciones, niego, repelo y alejo de mí la toxicidad de esos mensajes y conductas enfermizas. Hay numerosos escritos de psicología que predican que la felicidad es un estado mental, y más importante aún, que es una decisión y elección personal.
En resumen, procuro durante todo el día mantenerme firme en la observancia y aplicación de estas tres actitudes básicas para mantener una vida sana que sirva de apalancamiento no solo en mi salud emocional sino también como motor que fomente en mi entorno los conceptos de una vida positiva, … y espero que este tema en este blog, cumpla ese cometido.
ENTRONIZAR LA PRIMACÍA DE DIOS EN MI VIDA:
Visualizo a Dios en un Trono Divino, luminoso y maravilloso, que cual REY gobierna mi vida desde mi mente y corazón. De manera que le confiero primacía en cada acto, pensamiento o sentimiento al levantarme, durante el transcurso del día y en la noche. Al respecto suelo decretar: “AMADO SEÑOR. AL INICIAR ESTER DÍA TE RECONOZCO COMO MI REY SOBERANO, Y, TE SOLICITO, QUE EL ESPÍRITU SANTO GOBIERNE MI VIDA, HOY Y SIEMPRE; AMÉN”.
RECONOCER Y DAR LA PRIMACIA A TODO CONCEPTO POSITIVO, SEA PERSONAS, CIRCUNSTANCIAS O CUALQUIER PENSAMIENTO, PALABRA O EMOCIÓN.
Cada día solemos hallar gente con alguna carga negativa, y cito: o bien sea personas hablando de la pésima situación socio-económica del país; o gente que no sabe sino hablar de sus dolencias y enfermedades; o la más común de las negatividades que no es otra que mujeres con su conversación favorita que es hablar mal de los hombres; o gente que le gusta hablar mal de sus suegros, familiares o vecinos; de todo esto y más hay en la viña del Señor.
RECONOCER Y DAR LA PRIMACÍA AL ESTADO MENTAL DE LA FELICIDAD.
A la sabiduría de esos preceptos que afortunadamente están muy divulgados, los reconozco como rectores en mi vida, y me programo desde temprano decretando:
“ELIJO VIVIR ESTE DÍA, Y EL RESTO DE MI VIDA, EN EL ESTADO DE PERMANENTE FELICIDAD. DEJO IR TODO PASADO TRISTE O NEGATIVO. REPRENDO Y RECHAZO TODO PENSAMIENTO, PALABRA O ACCIÓN NEGATIVA. ME DECLARO FELIZ EN ARMONÍA CON EL ESPÍRITU SANTO QUE MORA EN MÍ, Y LO IRRADIO A MI ENTORNO”
En relación con la segunda actitud acá descrita, doy especial importancia a oxigenar mi salud mental, manteniendo a raya a la gente tóxica, muy especialmente la que usualmente le gusta complacer al Diablo con su recurso favorito que es la satánica costumbre del chisme y la crítica, que anida en personas que se creen perfectas o consideran estúpidos a los demás, lo cual lamentablemente abunda. Cierta vez en mi oficina alguien me criticó porque no me sumaba a la atmósfera quejumbrosa de la mala situación del país; me recriminó que si “era que yo vivía en una esfera de cristal”. En la actualidad esa persona ya no trabaja en la oficina, y ¡sorpresa! ya somos mayoría los que vivimos en una esfera de cristal porque ninguno habla de la situación negativa del país. La moraleja es que nunca falta la persona que quiere intoxicar las sanas conversaciones con temas negativos a los cuales pretende que todos la apoyen.
¡NO PERMITAS Que nada ni nadie
arruine tu felicidad!