Las vacaciones tienen diferentes lecturas para muchas personas. Hay quienes las destinan para hacerse chequeos médicos, o incluso, operarse quirúrgicamente de alguna dolencia. Hay otros, atados a su trabajo, que las usan para "afinar" proyectos, que no veo en eso disfrute alguno, pero lo cierto es que los hay. Y, hay el tipo de vacacionista que destina ese período para viajar, por cierto que es la preferencia de muchísimos vacacionistas, quienes además relatan experiencias interesantes, y, toman además muchísimas fotos para recordar los sitios visitados. Entonces, es muy positivo viajar en vacaciones, y, de seguido algunas reflexiones.
Se conocen muchas personas que nos enseñan algunas cosas, y que en muchos casos son puntos de reflexión. Lo digo porque hace algún tiempo conocí una persona que solía decir lo mismo que Garfield, léelo a continuación:
No pretendo entrar en la polémica de si ese amigo tenía o no razón, porque, "cada cabeza es un mundo", y, ese amigo vaya que disfrutaba la vida a su manera, o sea, viajando. Yo me dije, que algún día comentaría sobre esa manera de "concebir y disfrutar" la vida, y es lo que hago ahora en este post.
Lo negativo es soñar con imposibles. Es el caso de quienes sueñan con "disfrutar" de unas vacaciones en un romántico crucero, o visitando Disneyworld, o conocer La Gran Muralla China. Entonces deliran: ¿cuándo será que podré cumplir mi sueño de vacacionar en un crucero con destino a China y conocer la famosa Gran Muralla?, pero, el problema está no en su sueño, sino en sus posibilidades económicas. De hecho, soñar con el imposible de la Muralla China, le ciega la posibilidad de visitar y conocer otros destinos turísticos en su propio país. De manera que es positivo viajar, pero es negativo acariciar sueños de imposibles sitios turísticos para nuestras posibilidades económicas.
La idea de viajar está acompañada del deseo de tener experiencias nuevas, conociendo gentes y culturas muy distintas a las nuestras. Incluso, poder degustar una gastronomía distinta. Conocí unos puertorriqueños que visitaron Venezuela, favorecidos por la ventaja cambiaria del dólar, que permitió a humildes trabajadores que ahorraron algunos dólares, el poder conocer sitios emblemáticos de nuestro país y degustar platos criollos como empanadas o arepas, que para ellos fue una agradable experiencia.
Quizás por ser oriundos de países tropicales, es que sucede una marcada preferencia turística a visitar playas. Es increíble la cantidad de personas que "sueñan" con la llegada de las vacaciones para ir a zambullirse en alguna playa, o piscina, o balneario.
Mucho antes de la llegada de las vacaciones, ya muchas chicas se han comprado hermosos bikinis para exhibirlos en alguna playa. No les importa el costo, pero para ellas lo importante es un lucido bikini, sombrero playero de moda, cremas protectoras solares, lentes oscuros, y, no se cuántas indumentarias más para el disfrute de los días de playa. No se hasta dónde decir que se trate de un fenómeno cultural, la marcada preferencia latina por las playas, quizás sea cierto, porque es una oportunidad para las mujeres para exhibir su sensual anatomía.
Pero, sea una playa, un bosque, un río, o cualquiera otro destino, la idea de la inmensa mayoría de la gente, es buscar en vacaciones otros destinos geográficos diferentes a su ciudad.La idea de visitar las plazas o museos de la ciudad local es aburrida, porque para eso está el resto del año. De manera, que si desean plazas, que sean de otras ciudades, con otra gente, con otra flora,con otra arquitectura, con otra gastronomía, con otro clima, en general, que sea una "experiencia nueva", y, que sea propicio para una foto para recordar.
Es toda una experiencia para el hombre urbano, el conocer y disfrutar una breve estancia en un bosque, o cascada, o cualquier otro paisaje natural, que lo conecte a realidades naturales que desconoce, y, que luego de conocerlas diga "vale la pena vivir para disfrutar estos momentos".
Se conocen muchas personas que nos enseñan algunas cosas, y que en muchos casos son puntos de reflexión. Lo digo porque hace algún tiempo conocí una persona que solía decir lo mismo que Garfield, léelo a continuación:
No pretendo entrar en la polémica de si ese amigo tenía o no razón, porque, "cada cabeza es un mundo", y, ese amigo vaya que disfrutaba la vida a su manera, o sea, viajando. Yo me dije, que algún día comentaría sobre esa manera de "concebir y disfrutar" la vida, y es lo que hago ahora en este post.
Lo negativo es soñar con imposibles. Es el caso de quienes sueñan con "disfrutar" de unas vacaciones en un romántico crucero, o visitando Disneyworld, o conocer La Gran Muralla China. Entonces deliran: ¿cuándo será que podré cumplir mi sueño de vacacionar en un crucero con destino a China y conocer la famosa Gran Muralla?, pero, el problema está no en su sueño, sino en sus posibilidades económicas. De hecho, soñar con el imposible de la Muralla China, le ciega la posibilidad de visitar y conocer otros destinos turísticos en su propio país. De manera que es positivo viajar, pero es negativo acariciar sueños de imposibles sitios turísticos para nuestras posibilidades económicas.
La idea de viajar está acompañada del deseo de tener experiencias nuevas, conociendo gentes y culturas muy distintas a las nuestras. Incluso, poder degustar una gastronomía distinta. Conocí unos puertorriqueños que visitaron Venezuela, favorecidos por la ventaja cambiaria del dólar, que permitió a humildes trabajadores que ahorraron algunos dólares, el poder conocer sitios emblemáticos de nuestro país y degustar platos criollos como empanadas o arepas, que para ellos fue una agradable experiencia.
Quizás por ser oriundos de países tropicales, es que sucede una marcada preferencia turística a visitar playas. Es increíble la cantidad de personas que "sueñan" con la llegada de las vacaciones para ir a zambullirse en alguna playa, o piscina, o balneario.
Mucho antes de la llegada de las vacaciones, ya muchas chicas se han comprado hermosos bikinis para exhibirlos en alguna playa. No les importa el costo, pero para ellas lo importante es un lucido bikini, sombrero playero de moda, cremas protectoras solares, lentes oscuros, y, no se cuántas indumentarias más para el disfrute de los días de playa. No se hasta dónde decir que se trate de un fenómeno cultural, la marcada preferencia latina por las playas, quizás sea cierto, porque es una oportunidad para las mujeres para exhibir su sensual anatomía.
Pero, sea una playa, un bosque, un río, o cualquiera otro destino, la idea de la inmensa mayoría de la gente, es buscar en vacaciones otros destinos geográficos diferentes a su ciudad.La idea de visitar las plazas o museos de la ciudad local es aburrida, porque para eso está el resto del año. De manera, que si desean plazas, que sean de otras ciudades, con otra gente, con otra flora,con otra arquitectura, con otra gastronomía, con otro clima, en general, que sea una "experiencia nueva", y, que sea propicio para una foto para recordar.
Es toda una experiencia para el hombre urbano, el conocer y disfrutar una breve estancia en un bosque, o cascada, o cualquier otro paisaje natural, que lo conecte a realidades naturales que desconoce, y, que luego de conocerlas diga "vale la pena vivir para disfrutar estos momentos".
Vacacionar viajando es entonces permitir al espíritu el disfrute de otras realidades humanas y físicas, que nos dejarán por siempre gratos y positivos recuerdos.