Cuando hablamos de ver la vida en la lupa de la positividad, hacemos referencia a nuestra ACTITUD de elegir las circunstancias, momentos y personas, que den cualidad y calidad positiva a cada momento de vida. Y, de esas elecciones positivas, una importantísima es enfocar la vida familiar en positivo; entonces, platiquemos alguito sobre ese tema.
Muchas familias viven felices, pese a los problemas, porque han aprendido a valorar la relación familiar, que conlleva al respeto y tolerancia de todos los miembros de la familia. Es fundamental, tal como el padre se esmera en conservar en su trabajo un clima laboral armonioso, el hacer un esmero también importantísimo en mantener la armonía familiar. Es básico la reconciliación cuando hay heridas, y no menos básico es evitar el uso de las ofensas como recurso para litigar inconvenientes. Escribo este post porque creo que la mejor visualización que podemos hacer de nuestra familia, es un retrato de felicidad y armonía, pero lastimosamente, en muchos hogares se descuida ese propósito, y se le permite la entrada a los sentimientos negativos. En el seno familiar, transcurren muchos minutos de nuestra vida. En algunos son más y en otros menos, porque hay quienes aman estar en su casa, y hay quienes les encanta estar en la calle, pero ambos tipos de personas, tienen que convivir y compartir en algún momento, llámese cena o cumpleaños, y esa interrelación familiar, además de ser la más común en la vida de todos, es además "una relación para toda la vida", lo cual justifica la importancia de procurar mantener un clima positivo en las interrelaciones personales en una familia, que fundamentalmente se dará al privilegiar los "valores familiares" que se mencionan en la siguiente imagen: Algo que hoy día se ha perdido, es valorar la importancia de los padres en nuestras vidas. Son muchas las familias, donde la rebeldía en contra de la autoridad de los padres, se convierte en la causa de muchas inarmonías, olvidándose el precepto bíblico del "HONRA A TU PADRE Y A TU MADRE, QUE ES EL PRIMER MANDAMIENTO CON PROMESA", de manera que un paso inicial para una vida familiar en positivo, es acatar y respetar la autoridad familiar de nuestros padres, recordando además que "ellos no son eternos", y debemos disfrutar de su compañía, que entre otras cosas, implica además del respeto, el ofrendarles en actitud de agradecimiento, todo el amor que ellos se merecen. Vida familiar en positivo, es amar a nuestros padres y hermanos. Es compartir con ellos. Es rechazar odios y resentimientos, y propiciar encuentros y momentos felices. Es cambiar caras ácidas por sonrisas, y distanciamientos por abrazos.
Muy en la onda positiva, termino mis reflexiones con este mensaje:
"¡Una vida positiva, dependerá en gran manera, de una vida familiar en positivo!".