
El tema de la positividad además de ser un asunto de actitud ante los demás, y ante la vida, también va a representar una condición importante -diría indispensable- para figurar en la sociedad.
Las personas positivas gozan de más y mejor aceptación, y las figuras de liderazgo están caracterizadas por su positividad ante todo y ante todos.
Las personas positivas no tienen temor, y eso los hace siempre ir al frente, y por ende, gozar del mejor status socio-económico.

Las personas positivas han aprendido a convertir las circunstancias negativas, en condiciones positivas para alcanzar mejoras, y esa cualidad es la que hace distinguir y sobresalir a los positivos.
El pensamiento positivo, muchas veces es malamente tachado de ser POCO REALISTA.
La actitud positiva exhibe rasgos de autoestima, poder, ... incluso belleza. Porque el ser positivo cuida su imagen, tanto persnal como pública, de lo cual encontramos excelentes modelos en las personalidades públicas (especialmente del mundo artístico).

El 90% de las cosas que nos preocupan nunca llegan a suceder, por lo que SER POSITIVO ES MÁS REALISTA QUE SER NEGATIVO. Estar siempre preocupado no es nada realista, nada es realista o falto de realismo… sólo existe lo que pensamos acerca de una situación dada. NOSOTROS CREAMOS NUESTRA PROPIA REALIDAD.
Dos personas, ante las mismas circunstancias vitales, pueden actuar desde la posición de DOLOR o desde la posición de PODER. Para unos, el miedo produce parálisis, estancamiento, depresión y para otros en cambio es la PALANCA QUE IMPULSA AL DESARROLLO.
PENSAR DE FORMA POSITIVA, NOS ACERCA A LA FUENTE DE NUESTRO PROPIO PODER
Las palabras POSITIVAS que nos decimos, nos hacen estar físicamente fuertes, mientras que las NEGATIVAS nos debilitan. NOS DECIMOS PALABRAS POSITIVASèNUESTRO YO INTERIOR CREE EN ELLAS
Al igual que ejercitamos nuestro cuerpo, hay que ejercitarse en el POSITIVISMO. En el momento en que bajemos la guardia, volvemos al NEGATIVISMO
